miércoles, 19 de junio de 2013

El sueño de llegar a Hollywood...

Como el post de Alcatraz tuvo mala venta, ahora decidí escribir sobre Hollywood y los estudios de Universal Pictures (no más celdas, no más espacios cerrados, no más historias tristes, ¡viva la cultura comercial y de fantasía!). De partida, Hollywood nunca fue lo que yo pensaba que era: siempre imaginé que era un barrio donde se filmaban las películas y uno prácticamente se pillaba con los actores en la calle (pobre e inocente Magdalena). La verdad es que alguna vez fue así, en los sesenta probablemente, cuando los estudios de las grandes casas cinematográficas estaban ahí mismito y artistas de la talla de Marilyn Monroe se paseaban por los locales de Hollywood Boulevard, o vivían en el vecindario. Con el tiempo, los estudios crecieron exponencialmente y se trasladaron a lugares más espaciosos (siempre dentro de Los Ángeles) y las estrellas se fueron a vivir a Beverly Hills en mansiones de lujo. Hollywood Boulevard comenzó a poblarse de tiendas de souvenirs que compiten por un lugar en esta avenida llena de teatros históricos y museos relacionados con la industria. Hoy por hoy, Hollywood Boulevard es una calle larga, inmensamente llena de turistas y donde se ubica el famoso “Paseo de la Fama”, con más de dos mil estrellas desplegadas en ambas veredas.


Foto 1: Hollywood, oh yeah!

Foto 2: Teatro El Capitán. Disney lo compró y sólo se proyectan películas de Disney/Marvel

Foto 3: locales comerciales en el corazón de Hollywood Boulevard 

Foto 4: Marylin y Elvis pituteando con los turistas 

Foto 5: con los héroes de Marvel 

Foto 6: And The Oscar goes to... 


Para no andar caminando sin rumbo, Pedrito y yo tomamos el tour “Hollywood behind the scenes”, donde el guía nos explicó toda la parafernalia estrellística del lugar. Los orígenes se remontan a los años 20, cuando Sid Grauman, un emprendedor de la era cinematográfica, intuyó que esto de las películas era más que una moda pasajera. Según nos explicaron en el tour, en aquella época las películas eran mal miradas, una especie de entretención popular alejada de las obras de teatro de Shakespeare dirigidas a una audiencia más ilustrada. Grauman decidió “subirle el pelo” a las proyecciones y construyó un teatro a todo trapo (en serio, a todo trapo) ahí mismo en la calle Hollywood para que las películas recién salidas al mercado fuesen estrenadas allí. Así fue como en 1922 el Teatro Egipcio vio la luz y se hizo la primera Avant Premiere de la historia, con la primera alfombra roja por donde entraron los actores con toda la fanfarria posible, y donde las entradas se vendieron a un precio extremadamente alto a fin de espantar a los flaites.


Foto 7: Teatro Egipcio. No lo construyeron a orilla de calle para que quedara ese espacio donde poner la alfombra roja.

Foto 8: Por esa escalerita subía la prensa y desde el techo se tomaban las fotos de las Avant Premiere 

Foto 9: Interior Teatro Egipcio 

Foto 10: detalle precioso del techo

Foto 11: perros que se usaron en la película La Momia 


Como Sid Grauman era entero visionario, al tiempo después construyó otro teatro, aún más bacán, esta vez al estilo chino. En 1927, el Teatro Chino abrió sus puertas y concentró toda la movida cinéfila, tanto es así que inmediatamente comenzaron las ceremonias de las “huellas” de los famosos, esas donde los actores ponen sus manos y pies en el cemento fresco y escriben su firma. Entre las décadas del 20 y 30, todas las huellas incluyen algún mensaje para Sid Grauman, diciendo “Gracias Sid, por darnos este teatro”, “Gracias Sid Grauman por tu contribución a la industria cinematográfica” y cosas por el estilo. Las estrellas contemporáneas no mencionan a Grauman, pero bueno, nada que hacer contra la ingratitud. Lo que más me gustó de estos bloques de cemento es que se pueden mover, así que siempre están cambiando de lugar los bloques para ir instalando al centro los más nuevos.


Fotos 12 y 13: Teatro Chino


Foto 14: la huella de Marilyn Monroe

Foto 15: Clint Eastwood estampando su huella en el año de la pera

Foto 16: Pedrito y los bloques de cemento

Foto 17: mi pie en la huella de Will Smith (y eso que yo calzo 40...)

Foto 18: la huella de Silvester Stalone



Hoy por hoy, ambos teatros siguen vigentes, y algunas veces se realizan proyecciones más pequeñas donde el director y/o los actores vienen a presentar su obra. El guía turístico nos dijo que por 10 dólares el espectador podía disfrutar de la película y de la conversación con (por ejemplo) George Lucas contando entretelones de la filmación. 

El paseo de la fama es tema aparte. Al principio yo caminaba mirando al piso para ir viendo las estrellas, pero ya después me di cuenta de que era un esfuerzo inútil, porque son aproximadamente 2.500 estrellas esparcidas por los dos kilómetros de largo que tiene Hollywood Boulevard. Para tener una estrella en el paseo de la fama, es necesario haber hecho una contribución significativa al mundo de la televisión, del cine, del teatro, de la música o de la radio. La Cámara de Comercio de Hollywood es la encargada de mantener el paseo y decidir entre los nominados (cualquier persona puede nominar) bajo parámetros establecidos en cada categoría (música, cine, etc.). El artista seleccionado para recibir una estrella debe, en primer lugar, pagar una suma de 30 mil dólares (unos 15 millones de pesos chilenos) para cubrir los costos de hacer y mantener la estrella de por vida, y en segundo lugar, debe asistir a la ceremonia de instalación de la estrella. Nos dice el guía que rara vez un artista paga estos $30 mil, ya que siempre lo paga el fun club, la industria para la cual trabaja o alguna empresa que lo publicita. La ceremonia de entrega, no obstante, es condición sine qua non: si el artista no llega a la entrega de la estrella, chao no más. Si no pregúntele a Madonna, que no fue a la ceremonia y se quedó sin estrella, fíjese… El dato freak: Muhammad Ali recibió una estrella por "live performance" (presentación en vivo), pero su estrella está ubicada en una pared a la entrada del Teatro Dolbi (ex Teatro Kodak, allí donde entregan Los Oscar). El nombre “Muhammad” significa Dios, y la religión musulmana prohíbe que cualquier cosa/persona se ubique por sobre Dios. Siendo así, la estrella no podía instalarse allí donde todos iban a pisarla, así es que se hizo una excepción con Alí y su estrella es la única que no se ubica en el paseo propiamente tal.  


Foto 19: Paseo de la Fama, Hollywood LA

Fotos 20-25: diversas estrellas en el Paseo de la Fama 






Foto 26: Teatro Dolbi (el de los premios Oscar)

Foto 27: Ésta es la escala que suben los actores en el Dolbi 



Por último, no se puede ir a Hollywood sin visitar Universal Studios. Lo maravilloso de este lugar es que tiene una especie de parque de diversiones, donde los juegos son montañas rusas temáticas relacionadas con las películas de Universal Pictures: Jurassic Park, La Momia, Transformers y Los Simpsons (que pertenece a FOX, el cual a su vez es de Universal). No obstante, el lugar es mucho más que eso: allí se graban todas las películas imaginables, más todas las series que son de la factoría Universal (que incluye series de FOX y programas del canal NBC, como “The Voice”). Cuando uno ve en el cine que las locaciones son lugares soñados de Europa, o las bulliciosas calles de Nueva York, en realidad son sets montados en algún punto de Universal Studios y una que otra escena probablemente se filma en la locación original, pero la mayor parte son recreaciones y “reciclajes” de escenarios ya usados para otras películas. Es así como Universal tiene un tour de dos horas que recorre todo el lugar en un trencito, y donde nos muestran no sólo estas escenografías, sino también algunas “atracciones” con efectos especiales para que los turistas veamos cómo las hacen. De lo que más me impactó: una explosión donde los autos saltan al cielo (pero que en realidad no saltan a ninguna parte, porque están agarrados de unas tenazas mecánicas que los mueven para todos lados), un simulacro de terremoto (que les sale igual), y una inundación. 


El video del terremoto:





Foto 26: La entrada cuesta 80 dólares (40 luquitas... pero lo vale)

Foto 27: calles de NY (la pared del fondo es un dibujo)

Foto 28: calles de NY

Foto 29: Esta plaza la han usado para recrear México y lugares de Europa

Fotos 30 y 31: El barrio de Desperate Houswives


Fotos 32 y 33: escenario de la Guerra de los Mundos


Fotos 34-36: recreación de calles europeas



La otra atracción chora es que meten el trencito a una especie de cine 3D donde King Kong se agarra a combos con el Tiranosaurio Rex y los dos dele con caerse encima de nuestro tren. Aunque uno es consciente de que la cuestión es película, uno igual piensa que King Kong nos va a tirar lejos, porque cada vez que la imagen 3D choca con nosotros, el tren se menea entero y uno cree que se va a caer. Ahh la magia del cine…  

Entre los juegos temáticos, el que más le gustó a Pedro fue el de Transformers, y el que más me gustó a mí fue el de Los Simpsons. No obstante, yo creo que el más real era el de Jurassic Park. A uno lo suben a una montaña rusa con agua (si han ido a Fantasilandia, imagínense el Splash), que navega como por un río y que de pronto se mete a un parque lleno de dinosaurios. Tienen todos los dinosaurios de la película, y es impresionante ver al brontosaurio con un cuello infinito comiendo hojas de un árbol. Por un momento, uno tiende a pensar que son reales. Además están todos los guiños a la primera película: la jaula del veloci-raptor, el dinosaurio ése que escupe agua y los cercos electrificados.  Después el carrito se mete como a una instalación donde se supone que los veloci-raptors andan sueltos y nos van a atacar, y cuando justo nos cae uno encima ZAZ! el carrito cae por la montaña rusa y nos deja a todos mojados. Vea este breve video y disfrute: 





Foto 37 y 38: Jurassic Park



Fotos 39-41: Los Simpsons



Fotos 42-44: La Momia



Fotos 45 y 46: Transformers



VIDEO: Pedro y su amigo Óptimus Prime



Otras cosas bonitas que vimos en Los Ángeles fueron el Museo de Arte Contemporáneo (MOCA), las playas de Santa Mónica y Venice, y un breve tour por Beverly Hills. Pero yo creo que eso ya es tema para otro post… nos vemos!

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lunes, 3 de junio de 2013

Recorriendo Alcatraz


Pocos días antes de nuestro viaje a California, Pedro y yo vimos la película “Escape de Alcatraz” (1979), protagonizada por Clint Eastwood, y dijimos que estando en San Francisco teníamos que ir a la Isla de Alcatraz y ver la prisión. Hoy en día está convertida en parque nacional y principal atracción turística de la ciudad (junto con el puente Golden Gate, claro está), y recibe cerca de un millón de visitantes al año.


Foto 1: así se ve la isla desde las calles de San Francisco


El viaje vale 80 dólares por persona (unos 40 mil pesos chilenos) y se inicia en un barquito (ferry) que lo lleva a uno hasta la isla. Una vez allá, te pasan audífonos para hacer el tour auto guiado y se puede estar todo el día en la isla y volver a la ciudad con el último ferry, a las 18:30. Todo es muy ordenado y hay mapas en distintos idiomas para recorrer el lugar y captar qué albergaba cada uno de los edificios.

Foto 2: el ferry rumbo a la isla

Foto 3: navegando

Foto 4: Bay Bridge (Puente de la Bahía, no confundir con el Golden Gate) 

Foto 5: llegando a la isla 

Foto 6: justo a la entrada


Si nos remontamos a lo histórico, por allá por 1850 estalló la fiebre del oro en California, y se hizo evidente de que quien controlase San Francisco controlaría el occidente. Miles de inmigrantes y caza recompensas llegaron a la ciudad, por lo cual el gobierno estadounidense decidió convertir Alcatraz en una fortificación militar e instalar allí armamento suficiente para proteger la bahía de San Francisco, dado que la isla está ubicada en un punto que permite completa visibilidad de la entrada a la bahía. En la época de la Guerra Civil (1861), la isla se convirtió en una cárcel para prisioneros de guerra, hasta los años 30, donde el gobierno de la época determinó que se requería una cárcel para criminales peligrosos y la isla se convirtió en prisión federal. Por allí pasaron nombres como el gángster Al Capone y los fugitivos Frank Morris, John Anglin y Clarence Anglin, quienes lograron fugarse de la isla pero nunca se supo si sobrevivieron a las frías aguas de San Francisco. Jamás se encontraron sus cuerpos, en todo caso. 

Foto 7: edificios a la entrada de Alcatraz

Foto 8: Pedrito posando para mi lente

Foto 9: Al Capone (primera foto) uno de los reos famosos que pasaron por Alcatraz 

Foto 10: los reos de en "Escape de Alcatraz". Clint Eastwood hizo el papel de Frank Morris 

Foto 11: con una cucharita de éstas Clint Eastwood picó la pared 

Foto 12: "Nunca nadie se ha escapado de Alcatraz... y nunca nadie lo hará" (Foto: movieposter.com)



La isla funcionó como prisión hasta 1963, año en que el gobierno decidió cerrarla porque los costos de mantención eran muy altos. Desde entonces permaneció deshabitada y semi abandonada hasta fines de los ‘60, cuando un grupo de nativos americanos ocupó y reclamó la isla para establecer una reserva indígena. Sólo 19 meses duró la ocupación, pero los grafitis de aquella época pueden leerse hasta hoy. En 1972 el gobierno creó la Zona de Parques Nacionales Golden Gate y Alcatraz formó parte de ésta. En suma, la isla ha sido parque nacional por más años de los que fue cárcel federal.

Foto 13: "Indians welcome", grafitis de la época de la ocupación india

Foto 14: el mar desde uno de los pasadizos de la isla 

Foto 15: haz todo, haz nada... 

Foto 16: Alcatraz y la experiencia de una prisión americana (estadounidense) 


Como turista, creo que algunas partes de la isla son deprimentes, como las celdas (increíblemente pequeñas) y el comedor, por cuyas ventanas se ve el mar y más allá, la ciudad. Debe haber sido muy duro tener la libertad tan cerca (naturaleza, mar, civilización) y no poder alcanzarla, pero por otro lado, la isla nunca estuvo ocupada en su máxima capacidad (llegó a tener 302 reos y contaba con 336 celdas), lo que me hace pensar que nuestras sobrepobladas cárceles chilenas son un lugar mucho peor que Alcatraz. Lo otro que me llamó la atención es que los gendarmes y sus familias vivían en la misma isla, aunque había algunos que viajaban a diario desde San Francisco. En un video que proyectan en una de las salas acomodadas como teatro, aparece una entrevistada que cuando niña vivió en la isla porque su papá era uno de los guardias. Contó que ella nunca se dio cuenta completamente de que la isla era una penitenciaría, porque el edificio que albergaba a las familias estaba lejos de la cárcel y porque, obviamente, nunca vio ningún reo. Diariamente tenía que tomar el ferry junto a otros niños que vivían en la isla e ir todos juntos a la escuela, lo que ya en sí era una diversión. Y la isla además tiene muchos sectores con flores y senderos, habilitados para hacer más agradable la estancia a quienes vivieron allí y para los turistas que hoy la visitan; por ende, es un paseo recomendable aun cuando visitar una cárcel no parezca el mejor panorama.

Foto 17: edificio principal, donde están las celdas

Fotos 18-21: turistas visitando las celdas 





Lo otro bonito es que la isla se ha convertido en un rico ecosistema donde conviven gaviotas, garzas y cormoranes. De hecho, estando allí una familia de patos pasó por entre los turistas, sin ningún temor (aunque podría ser otra especie, ya que no soy experta en aves). Las flores y la estupenda vista de San Francisco le dan un toque especial al recorrido de la isla, además el aire y la brisa marina son exquisitos. Una muy buena experiencia para conocer algo más de la historia de este país y su gente, que nunca termina de sorprenderme.

Si quiere ver más fotitos de nosotros en la isla, haga click aquí.

Si quiere ver la colección de fotos en blanco y negro (centrada sólo en la cárcel) haga click acá.

Foto 22: admirando el faro

Foto 23: el faro más antiguo del Pacífico 

Foto 24: interior del comedor 

Foto 25: desde el comedor se veía todo... tras los barrotes

Foto 26: aquí se ubicaba la Biblioteca 

Foto 27: así se ve San Francisco desde la isla 

Foto 28: bellas flores hacen de la isla un hermoso parque nacional 

Foto 29: esta familia se paseaba por entre los turistas

Foto 30: un paseo altamente recomedado para quienes visitan San Francisco