Pocos días antes de nuestro viaje a California, Pedro y yo vimos la película “Escape de Alcatraz” (1979), protagonizada por Clint Eastwood, y dijimos que estando en San Francisco teníamos que ir a la Isla de Alcatraz y ver la prisión. Hoy en día está convertida en parque nacional y principal atracción turística de la ciudad (junto con el puente Golden Gate, claro está), y recibe cerca de un millón de visitantes al año.
Foto 1: así se ve la isla desde las calles de San Francisco
El viaje vale 80 dólares por persona (unos 40 mil pesos chilenos) y se inicia en un barquito (ferry) que lo lleva a uno hasta la isla. Una vez allá, te pasan audífonos para hacer el tour auto guiado y se puede estar todo el día en la isla y volver a la ciudad con el último ferry, a las 18:30. Todo es muy ordenado y hay mapas en distintos idiomas para recorrer el lugar y captar qué albergaba cada uno de los edificios.
Foto 2: el ferry rumbo a la isla
Foto 3: navegando
Foto 4: Bay Bridge (Puente de la Bahía, no confundir con el Golden Gate)
Foto 5: llegando a la isla
Foto 6: justo a la entrada
Si nos remontamos a lo histórico, por allá por 1850 estalló la fiebre del oro en California, y se hizo evidente de que quien controlase San Francisco controlaría el occidente. Miles de inmigrantes y caza recompensas llegaron a la ciudad, por lo cual el gobierno estadounidense decidió convertir Alcatraz en una fortificación militar e instalar allí armamento suficiente para proteger la bahía de San Francisco, dado que la isla está ubicada en un punto que permite completa visibilidad de la entrada a la bahía. En la época de la Guerra Civil (1861), la isla se convirtió en una cárcel para prisioneros de guerra, hasta los años 30, donde el gobierno de la época determinó que se requería una cárcel para criminales peligrosos y la isla se convirtió en prisión federal. Por allí pasaron nombres como el gángster Al Capone y los fugitivos Frank Morris, John Anglin y Clarence Anglin, quienes lograron fugarse de la isla pero nunca se supo si sobrevivieron a las frías aguas de San Francisco. Jamás se encontraron sus cuerpos, en todo caso.
Foto 7: edificios a la entrada de Alcatraz
Foto 8: Pedrito posando para mi lente
Foto 9: Al Capone (primera foto) uno de los reos famosos que pasaron por Alcatraz
Foto 10: los reos de en "Escape de Alcatraz". Clint Eastwood hizo el papel de Frank Morris
Foto 11: con una cucharita de éstas Clint Eastwood picó la pared
Foto 12: "Nunca nadie se ha escapado de Alcatraz... y nunca nadie lo hará" (Foto: movieposter.com)
La isla funcionó como prisión hasta 1963, año en que el gobierno decidió cerrarla porque los costos de mantención eran muy altos. Desde entonces permaneció deshabitada y semi abandonada hasta fines de los ‘60, cuando un grupo de nativos americanos ocupó y reclamó la isla para establecer una reserva indígena. Sólo 19 meses duró la ocupación, pero los grafitis de aquella época pueden leerse hasta hoy. En 1972 el gobierno creó la Zona de Parques Nacionales Golden Gate y Alcatraz formó parte de ésta. En suma, la isla ha sido parque nacional por más años de los que fue cárcel federal.
Foto 13: "Indians welcome", grafitis de la época de la ocupación india
Foto 14: el mar desde uno de los pasadizos de la isla
Foto 15: haz todo, haz nada...
Foto 16: Alcatraz y la experiencia de una prisión americana (estadounidense)
Como turista, creo que algunas partes de la isla son deprimentes, como las celdas (increíblemente pequeñas) y el comedor, por cuyas ventanas se ve el mar y más allá, la ciudad. Debe haber sido muy duro tener la libertad tan cerca (naturaleza, mar, civilización) y no poder alcanzarla, pero por otro lado, la isla nunca estuvo ocupada en su máxima capacidad (llegó a tener 302 reos y contaba con 336 celdas), lo que me hace pensar que nuestras sobrepobladas cárceles chilenas son un lugar mucho peor que Alcatraz. Lo otro que me llamó la atención es que los gendarmes y sus familias vivían en la misma isla, aunque había algunos que viajaban a diario desde San Francisco. En un video que proyectan en una de las salas acomodadas como teatro, aparece una entrevistada que cuando niña vivió en la isla porque su papá era uno de los guardias. Contó que ella nunca se dio cuenta completamente de que la isla era una penitenciaría, porque el edificio que albergaba a las familias estaba lejos de la cárcel y porque, obviamente, nunca vio ningún reo. Diariamente tenía que tomar el ferry junto a otros niños que vivían en la isla e ir todos juntos a la escuela, lo que ya en sí era una diversión. Y la isla además tiene muchos sectores con flores y senderos, habilitados para hacer más agradable la estancia a quienes vivieron allí y para los turistas que hoy la visitan; por ende, es un paseo recomendable aun cuando visitar una cárcel no parezca el mejor panorama.
Foto 17: edificio principal, donde están las celdas
Fotos 18-21: turistas visitando las celdas
Lo otro bonito es que la isla se ha convertido en un rico ecosistema donde conviven gaviotas, garzas y cormoranes. De hecho, estando allí una familia de patos pasó por entre los turistas, sin ningún temor (aunque podría ser otra especie, ya que no soy experta en aves). Las flores y la estupenda vista de San Francisco le dan un toque especial al recorrido de la isla, además el aire y la brisa marina son exquisitos. Una muy buena experiencia para conocer algo más de la historia de este país y su gente, que nunca termina de sorprenderme.
Si quiere ver más fotitos de nosotros en la isla, haga click aquí.
Si quiere ver la colección de fotos en blanco y negro (centrada sólo en la cárcel) haga click acá.
Foto 22: admirando el faro
Foto 23: el faro más antiguo del Pacífico
Foto 24: interior del comedor
Foto 25: desde el comedor se veía todo... tras los barrotes
Foto 26: aquí se ubicaba la Biblioteca
Foto 27: así se ve San Francisco desde la isla
Foto 28: bellas flores hacen de la isla un hermoso parque nacional
Foto 29: esta familia se paseaba por entre los turistas
Foto 30: un paseo altamente recomedado para quienes visitan San Francisco
Interesante todo. Me recuerda la primera película de Alcatraz que se filmó y que tuve la suerte de ver hace más de veinticinco años.
ResponderEliminarBuen relato y visualizado con lindas imágenes.
Es probable que este blog sí pase a la historia como el menos comentado. Al parecer a los lectores no les gusten las cárceles.
ResponderEliminarjajaja, pucha parece q si... estoy preparando el post de Hollywood, a ver si ese les gusta =)
EliminarDebo admitir que antes de que ustedes me contaran de la isla.. yo no estaba ni ahi con visitarla. Pero en verdad creo que ahora quiero puro ir.
ResponderEliminarGran post, espero el de Hollywood.
Realmente visitar una cárcel no parece ser el mejor panorama de un viaje, nos obstante, como cuentas y relatas todos lo que es posible ver dentro y desde la isla es motivador para visitarla. Aunque, claramente, no es cualquier cárcel.
ResponderEliminarImagino que el ambiente o el "aura" que se sentía en la cárcel a de haber sido raro o distinto... Sentir una energía diferente, porque, a pesar que cuentas que las familias podían vivir sin hacer del centro de reclusión parte de su vida, lo normal para ellos no era lo normal para quienes eran de San Francisco. Osea, es lo que me imagino. Lo que hace que sea, mucho más atractiva para los turistas!
Sin duda, infaltable lugar para visitar en San Francisco.
Por cierto, las fotos están buenísimas!!!